martes, octubre 05, 2004

Maestros (I)

Hoy, 5 de octubre, es el Día Internacional del Maestro.

Quizá en la actualidad, ser maestro o maestra es uno de los oficios de bajo perfil en la escala social. Algunas veces hemos oído que "sirve para enseñar el que no sirve para otra cosa"; y posiblemente, esa pérdida de dignidad de la profesión haya sido el caldo de cultivo de la actualidad falta de vocación, autoridad y calidad de los maestros y maestras de hoy en día.

¿Cómo es posible que la 'masa' que conformamos los ciudadanos de este país tengamos al magisterio como una profesión ' de segunda'?

Lo cierto es que el alumno pasa un montón de horas en la escuela, a cargo de los maestros (o esa cosa nueva que se llama 'monitores', que la gente los imagina como unos payasos que se distinguen de los del circo en que no llevan nariz roja). Los niños se despiertan a las 8, entran a las 9, salen a las 17 horas (tras comer en la escuela), y se van a dormir a las 21 horas. Un total de 13 horas despiertos, de las cuales 8 se las pasan en la escuela y otras 5 fuera.
Más de la mitad de las horas de vigilia de nuestros hijos, en la escuela, con los maestros. Y luego resulta que es una profesión mal valorada.

Estoy seguro de que muchos padres echan más cuenta de la persona que contratan, en negro, para limpiar, y que ocasionalmente cuida a los niños alguna noche, que de sus profesores. Y no, señor. Un maestro es, después de los padres, la persona de más influencia en el desarrollo del niño.

Y como tal debe ser tratado. No es que sea un trabajo digno; es que, por la responsabilidad que conlleva, si se desarrolla con vocación y calidad, me resulta difícil encontrar un trabajo más digno que el de maestro.

Para terminar por hoy (se me echa el tiempo encima para acabar el post...), una anécdota:
- Hace muchos muchos años (unos veinticinco), cuando yo iba a educación infantil (se llamaba parvulitos por aquel entonces), tuve una señorita que se llamaba Puri.
- Hoy, que mis dos hijos mayores van a educación infantil, en el mismo colegio al que fui yo, y donde el menor entrará el año que viene, disfrutan de la compañía de sus maestras. La maestra de mi hijo mayor se llama señorita Puri.
;-)